Relleno de arrugas de expresión con neuromoduladores en Madrid
Frente, entrecejo y patas de gallo… Una solución segura y rápida para suavizar las líneas de expresión.

Frente, entrecejo y patas de gallo… Una solución segura y rápida para suavizar las líneas de expresión.
Las arrugas de expresión aparecen por los movimientos repetitivos de los músculos faciales al gesticular. Con el tiempo, estas líneas se marcan incluso cuando el rostro está en reposo, sobre todo en zonas como la frente, el entrecejo o las patas de gallo.
El tratamiento médico más utilizado para suavizar estas arrugas es la infiltración de neuromoduladores, conocido popularmente como botox.
Su función principal es relajar de forma temporal la musculatura que provoca estas líneas, consiguiendo una expresión más descansada y natural, sin perder gesticulación.
La frente, el entrecejo y las patas de gallo son las zonas donde más se forman arrugas de expresión con el paso del tiempo. Estas líneas son consecuencia de movimientos repetitivos al gesticular: levantar las cejas, fruncir el ceño o sonreír.
El tratamiento con neuromoduladores (botox) permite relajar de manera controlada los músculos responsables de estos gestos. El objetivo no es paralizar, sino suavizar las arrugas y mantener la expresión natural.
El neuromodulador actúa bloqueando de forma temporal la señal nerviosa que llega al músculo. Esto evita que el músculo se contraiga de manera excesiva, lo que reduce la formación de arrugas en la zona tratada.
El efecto comienza a notarse entre 48 y 72 horas después del tratamiento, con resultados óptimos a partir del 7º o 10º día. La piel se ve más lisa y rejuvenecida, pero sin perder naturalidad ni movilidad facial.
Arrugas de expresión más suaves sin perder naturalidad: trata frente, entrecejo y patas de gallo con neuromoduladores en ENEA
El efecto del bótox en las arrugas de expresión suele durar una media de 4 a 6 meses, dependiendo de cada persona. Tras este tiempo, la movilidad muscular vuelve progresivamente y las arrugas pueden reaparecer. La duración del resultado dependerá de factores como tu metabolismo, la zona tratada o la dosis aplicada.
Lo más habitual es realizar un retoque entre los 4 y 6 meses tras la primera sesión. La repetición del tratamiento de manera periódica ayuda a que el músculo mantenga la relajación y que las arrugas tarden más en marcarse de nuevo. Además, con el tiempo es frecuente que la cantidad de producto necesaria sea menor.
Algunos factores que pueden influir en cuánto tiempo te duran los efectos son:
El precio de un tratamiento con neuromoduladores para arrugas de expresión en Madrid varía según las zonas que quieras tratar y la dosis necesaria. El rango orientativo suele situarse entre 150 € y 350 € por sesión, aunque esto puede cambiar en función de cada caso. En la clínica ENEA, antes de cualquier tratamiento, se hace siempre una valoración médica personalizada para darte un presupuesto cerrado adaptado a ti.
El coste dependerá de la cantidad de producto necesaria, las zonas a tratar (frente, entrecejo, patas de gallo o varias combinadas) y la valoración médica previa. También influye la calidad del producto utilizado y la experiencia del profesional que lo aplica.
Sí, es habitual tratar varias zonas en la misma sesión, como por ejemplo frente y entrecejo, o frente, entrecejo y patas de gallo. El médico ajustará la dosis para obtener un resultado natural y equilibrado, siempre en función de tus necesidades y expresividad facial.
Antes de iniciar cualquier tratamiento, se realiza una consulta personalizada con uno de los médicos especialistas en medicina estética facial de ENEA. Durante esta valoración se analizarán tus arrugas de expresión, se estudiará tu tipo de musculatura facial y se decidirá la dosis y zonas a tratar.
El médico realizará un marcaje en las zonas clave, como la frente, el entrecejo o las patas de gallo, según el caso. Se limpia y desinfecta la piel para garantizar la máxima seguridad.
La infiltración se realiza mediante microinyecciones muy precisas, utilizando agujas muy finas. La duración de la sesión suele ser de 10 a 15 minutos. La técnica es rápida y bien tolerada por la mayoría de los pacientes.
La mayoría de las personas describen la sensación como pequeños pinchazos leves o una ligera molestia momentánea. En algunos casos se puede aplicar anestesia tópica previa si así lo desea el paciente.
No requiere tiempo de recuperación. Se recomienda no tumbarse durante las 4 horas posteriores, evitar masajear la zona tratada y no realizar ejercicio intenso el mismo día. También se aconseja no tomar el sol ni acudir a saunas en las primeras 24-48 horas.
Resultados naturales y sin perder expresividad
En ENEA, cada tratamiento de neuromoduladores se realiza bajo criterios médicos y con un enfoque totalmente personalizado. La prioridad siempre es preservar la naturalidad de tu expresión facial, respetando la armonía de tus rasgos.
El objetivo no es eliminar por completo la expresión, sino suavizar las arrugas sin perder naturalidad, evitando el efecto “rostro congelado”.
El tratamiento está siempre realizado por especialistas médicos con experiencia, conocedores de la anatomía facial y del manejo preciso de neuromoduladores para cada tipo de arruga.
Si el caso lo requiere, es posible combinar el tratamiento de arrugas de expresión con otros procedimientos complementarios, como relleno de ojeras, rejuvenecimiento con láser o tratamientos de calidad de piel.
Realizamos el tratamiento en nuestra clínica de medicina estética en el Barrio Salamanca, con equipos médicos de última generación y materiales de máxima seguridad.
No. El objetivo es suavizar las arrugas manteniendo la movilidad y expresividad del rostro.
Los resultados empiezan a ser visibles entre 48 y 72 horas tras el tratamiento y el efecto completo se aprecia a los 7-10 días.
La duración media es de 3 a 6 meses, dependiendo de cada caso y de factores como el metabolismo y el estilo de vida.
La aplicación es rápida y prácticamente indolora gracias al uso de agujas muy finas y, si lo deseas, anestesia tópica.
No. Puedes retomar tu rutina diaria justo después de la sesión.
Sí, siempre que lo realice un médico especializado y siguiendo los intervalos recomendados.
Evitar masajear la zona, no tumbarse en las siguientes 4 horas y no hacer ejercicio intenso ese mismo día.
Sí, está especialmente indicado para tratar las líneas de expresión en estas zonas.
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