La carboxiterapia es un tratamiento médico estético no quirúrgico que utiliza CO₂ (dióxido de carbono) para revitalizar los tejidos desde dentro. Este gas se infiltra de forma controlada en la piel o el tejido subcutáneo, estimulando la microcirculación, la producción de colágeno y la oxigenación celular.
En ENEA aplicamos esta técnica para mejorar múltiples condiciones tanto faciales como corporales: ojeras oscuras, celulitis, flacidez, cicatrices, estrías o acumulaciones de grasa localizada.
Es un tratamiento versátil y eficaz, con resultados progresivos y visibles desde las primeras sesiones.
La carboxiterapia utiliza dióxido de carbono médico para mejorar la oxigenación, circulación y metabolismo celular. Esto estimula la producción de colágeno, drena líquidos y ayuda a eliminar grasa localizada y toxinas.
Piel más viva, firme y sin ojeras: todo gracias a la carboxiterapia médica.
La carboxiterapia ofrece resultados visibles en distintas zonas del cuerpo, adaptándose a las necesidades de cada paciente. Desde el rostro hasta el abdomen o el contorno de ojos, este tratamiento mejora la calidad de la piel de forma segura y progresiva.
La aplicación de CO₂ en el rostro estimula la microcirculación y la síntesis de colágeno, mejorando la firmeza, la luminosidad y la textura de la piel. Es ideal para tratar la flacidez leve, suavizar líneas finas y devolver vitalidad al rostro sin cirugía.
A nivel corporal, la carboxiterapia ayuda a disolver grasa acumulada, mejorar la celulitis y tonificar zonas flácidas como abdomen, muslos, glúteos o brazos. La piel recupera firmeza y aspecto saludable gracias a la estimulación del riego sanguíneo y el drenaje linfático.
Es uno de los usos más solicitados. La infiltración de CO₂ mejora el tono violáceo o marrón de las ojeras y reduce el volumen de las bolsas, gracias a un efecto vasodilatador y regenerador. Es una alternativa eficaz para revitalizar la mirada sin recurrir a rellenos.
La carboxiterapia requiere un enfoque progresivo para obtener resultados duraderos. Lo habitual es realizar entre 6 y 10 sesiones, según el área a tratar y tus objetivos concretos.
Desde las primeras sesiones puedes notar mejoras en la textura, la firmeza o el tono, pero los efectos más visibles suelen consolidarse a partir de la cuarta o quinta sesión, y continúan evolucionando gracias al estímulo regenerador del CO₂.
La carboxiterapia se aplica mediante microinyecciones superficiales, prácticamente indoloras, que no requieren anestesia ni tiempo de baja. Puedes volver a tu rutina diaria al salir de la consulta.
Cada sesión estimula progresivamente la oxigenación, la microcirculación y la producción de colágeno. Es un tratamiento que trabaja desde el interior, con mejoras visibles y sostenidas en el tiempo.
Puedes combinar la carboxiterapia con otros procedimientos como radiofrecuencia, láser o mesoterapia para potenciar los resultados. Siempre bajo valoración médica personalizada.
Antes de comenzar, realizamos una valoración médica para confirmar que la carboxiterapia es adecuada para ti. Analizaremos la zona a tratar, tus objetivos y posibles contraindicaciones para garantizar tu seguridad.
Se limpia cuidadosamente la piel donde se aplicará el tratamiento para asegurar una correcta asepsia. En zonas sensibles se puede usar una crema anestésica para mayor confort.
Con una aguja muy fina se introduce CO₂ en la dermis o tejido subcutáneo. La sesión dura entre 15 y 30 minutos según la zona. El gas se absorbe rápidamente y comienza a estimular la circulación y oxigenación celular.
Puedes notar una ligera presión, escozor o hinchazón leve en la zona tratada, que desaparece en pocos minutos. El tratamiento no requiere baja médica ni cuidados especiales posteriores.
Se aconseja evitar la exposición solar intensa y no aplicar productos irritantes en las primeras 24 h. Puedes retomar tu rutina habitual el mismo día, incluso hacer ejercicio suave si lo deseas.
Más que estética: bienestar visible en cada resultado.
Confía tu tratamiento a un equipo médico con experiencia y tecnología contrastada. En ENEA combinamos rigor clínico con una atención cercana y centrada en ti.
Antes de comenzar, realizamos un diagnóstico completo y adaptamos el protocolo a tu caso. Además, te acompañamos con seguimiento para evaluar los resultados y optimizar cada sesión.
Tu tratamiento lo realiza personal sanitario cualificado con formación específica en carboxiterapia. Aplicamos la técnica correcta en la profundidad adecuada para lograr resultados eficaces y seguros.
Sin cirugías ni efectos secundarios graves. La carboxiterapia en ENEA es una alternativa mínimamente invasiva que mejora tu piel desde dentro, sin alterar tu día a día.
Nuestra clínica en la Calle Serrano 85 (Madrid) ofrece un entorno discreto, cuidado y cómodo, con instalaciones de última generación y fácil acceso desde cualquier punto de la ciudad.
Dependerá del área a tratar y tus objetivos, pero suelen recomendarse entre 6 y 10 sesiones para notar resultados visibles y duraderos.
Puede sentirse una ligera molestia o presión en la zona durante la infiltración del gas, pero es un tratamiento bien tolerado por la mayoría de pacientes.
Sí, es un tratamiento habitual tras el embarazo para mejorar flacidez, celulitis u ojeras. Siempre valoramos antes tu situación con un especialista.
Rostro, ojeras, abdomen, piernas, glúteos, brazos, estrías, cicatrices... Es un tratamiento muy versátil y adaptable a distintas necesidades.
La facial se enfoca en ojeras, flacidez y mejora de la textura; la corporal en celulitis, grasa localizada y firmeza. Ambas se realizan con técnicas específicas.
Es una técnica segura y mínimamente invasiva. Puede aparecer un leve enrojecimiento o pequeñas marcas que desaparecen en pocas horas.